Los hematomas son una consecuencia considerable de esta operación, llegando a ser incómodos y dolorosos. Cuanto mas grande la superficie tratada, mas grandes serán los hematomas. Estos pueden durar hasta 1 mes, pero el abultamiento y la inflamación tarda hasta 6 meses en desaparecer, sobretodo en áreas como el abdomen y los tobillos.
La inflamación tarda un tiempo considerable en resolverse y pueden no verse los resultados definitivos de la operación hasta 6 meses después. Raramente una raya grisácea descolora la piel durante varios meses siendo más común en los tobillos tratados. Si existe tendencia a la anemia, o si ha habido una gran área tratada, puede ser necesario el tratamiento con hierro durante un mes.
La disminución de la sensibilidad sobre el área tratada puede durar varios meses.
Las cicatrices serán de 1 a 2 cm. de largo en los lugares donde se introducen las cánulas. Existe un pequeño riesgo de que las cicatrices se mantengan rojas y abultadas, aunque éstas se sitúan en áreas poco visibles.